Si sueles practicar Pilates, seguro que te encanta entrenar en el reformer, aunque si realmente quieres potenciar los beneficios de tus entrenamientos, te aconsejamos que practiques también sobre el mat. ¡Continúa leyendo y descubre el porqué!.
Todas nuestras clases de Pilates, suelo o máquinas, están diseñadas para fortalecer nuestro centro (core o power house) y mejorar la salud de todo el cuerpo («whole body health», uno de los principios básicos del método Pilates). En el reformer, usamos muelles para trabajar la fuerza y resistencia. Los usamos de forma estratégica con diferentes intensidades según el color y así, encontramos más “asistencia” en el movimiento o un mayor “desafío”. En el mat, usamos la gravedad en contra de nuestro propio peso corporal (con algunos ejercicios usamos también el peso de las mancuernas o el estímulo del aro mágico, entre otros implementos).
Son dos caminos diferentes para llegar a un mismo destino.
“Mientras que el pilates suelo me hace trabajar la elasticidad y el equilibrio , con el reformer trabajo la fuerza y también la resistencia. Creo que la combinación de ambos es necesario y desde que lo practico de esta forma, no entendería el pilates sin aplicar las dos técnicas” (Patricia). «Trabajar con la máquina me ayuda a acceder a los grandes grupos musculares, mis piernas están más fuertes ahora y el suelo, a la musculatura más pequeña. El suelo me da flexibilidad, la máquina potencia» (Laura).
Pilates suelo requiere aumentar tu conciencia corporal y organización de todo el cuerpo. Sobre el mat somos más conscientes de nuestro propio cuerpo en el espacio, lo que requiere de habilidades como el equilibrio o propiocepción. Moverte sobre la esterilla te lleva a tener una actitud diferente, en el mat aprendes a poner la atención sobre tí mismx. Y, sobre el reformer, tú pones atención en la máquina.
«Cuando practicas ambas formas haces que tu cerebro entrene de forma diferente. Sin lugar a dudas, combinar ambas te da una visión más amplia del método.» (Rosa).
En Fluye, ambas clases son diseñadas para complementarse la una a la otra, potenciando así los beneficios de la práctica. Las clases de mat te enseñan a tener conciencia corporal, ayudándote a moverte de forma ágil y cuando vuelves al reformer, te aporta un movimiento más fluido porque tienes una mayor comprensión, corporal y mental, de los ejercicios.
Combinar clases de mat con clases de reformer te ayudará a aumentar los resultados. En Fluye recomendamos unas 3-4 clases de reformer y una de mat, como mínimo a la semana. Ésto te dará más oportunidades de explorar, desafiar y conectar Cuerpo & Mente.
Si te gustan las clases de máquinas diseñadas en Fluye, sabemos que ¡te encantará moverte también sobre el mat!.
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